El moho es un problema común en cualquier lugar donde las condiciones (calor y humedad) sean suficientes para su crecimiento. Puede ocurrir después de una inundación o simplemente por humedad excesiva y ventilación inadecuada. El moho crece en muchas superficies, incluido el metal. Afortunadamente, dado que el metal no es poroso, eliminar el moho del metal no es difícil, y los artículos de metal generalmente se pueden recuperar, incluso después de una inundación. Cuanto antes retire el moho, menores serán las posibilidades de que se propague para contaminar otros artículos menos duraderos.
Paso 1
Ventile el área en la que va a limpiar el metal. Póngase guantes y una máscara protectora.
Paso 2
Llene un balde de 2 galones con agua tibia y detergente. Tanto el detergente para ropa como el detergente para platos funcionarán.
Paso 3
Use una esponja para restregar el moho visible de la superficie del metal. Para grandes áreas de moho, enjuague la esponja con frecuencia en agua tibia y jabón.
Paso 4
Vierta el contenido del balde por un desagüe y póngase las gafas de seguridad. Enjuague el balde y vuelva a llenarlo con 1 galón de agua y 11/2 tazas de lejía doméstica.
Paso 5
Limpie el metal con la solución de lejía. Deje que la solución permanezca en el metal durante 15 minutos; esto matará las esporas de moho restantes en el metal. Enjuague con agua limpia y luego seque el artículo con una toalla.
