Los grifos automáticos reducen la propagación de gérmenes al eliminar la necesidad de tocar el mango antes y después del uso. También usan menos agua que los grifos estándar porque se cierran después de un período de tiempo específico. Después de usos repetidos, las partes móviles del grifo automático pueden romperse o desgastarse. Sin embargo, muchas de estas piezas son fáciles de reemplazar, lo que elimina la necesidad de una costosa llamada de servicio.
Las llaves automáticas utilizan sensores para determinar cuándo encender y cerrar el flujo de agua.Paso 1
Reemplace las baterías si el grifo no se abre. Examine el cable del sensor si reemplazar las baterías no corrigió el problema. Conecte a tierra el cable del sensor de acuerdo con las instrucciones de instalación en su manual del propietario.
Paso 2
Limpie el aireador si la presión de agua del grifo es baja o si el agua se rocía a los lados del grifo en lugar de caer al fregadero. Reemplace el aireador si alguna de las partes internas parece dañada o desgastada. Use un aireador más grande si es necesario para aumentar el flujo de agua a través del grifo.
Paso 3
Inspeccione las conexiones de plomería si nota fugas de agua debajo del fregadero. Cierre el suministro de agua y reemplace las tuberías o arandelas de agua dañadas. Si tiene un grifo estilo compresión que se escapa por la boquilla, revise el asiento de la válvula y la arandela del asiento. Reemplace estos artículos si están agrietados o desgastados. Otros tipos de grifos tienen discos o cartuchos que debe cambiar periódicamente.
Paso 4
Retire las baterías si su grifo no se cierra. Si el agua continúa corriendo, el solenoide está sucio o roto. Reemplace las baterías y escuche el grifo mientras intenta cerrar. Si ve que la luz parpadea y el solenoide hace clic, es posible que solo necesite limpieza. Si no hay clic, reemplace el solenoide.
