¿Cuáles son los peligros de un diente de lavavajillas oxidado?

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Las rejillas para lavavajillas están hechas de metal recubierto, pero después de mucho uso, ese recubrimiento puede desgastarse, exponiendo el metal debajo. El contacto constante con el agua puede causar la oxidación del metal, causando varios problemas con su lavavajillas. Un diente de lavavajillas oxidado puede alterar la apariencia de sus platos y, en última instancia, puede afectar su salud. Afortunadamente, hay formas de cuidar una punta de lavavajillas oxidada que no implica comprar una rejilla completamente nueva.

Crédito: Comstock / Comstock / Getty Images Las puntas del lavavajillas sostienen los artículos en posición vertical y separados entre sí.

Mitos sobre el óxido

Es un error común pensar que el óxido causa el tétanos, una enfermedad grave. El tétanos es causado por una bacteria que ingresa al torrente sanguíneo a través de una lesión. Generalmente se encuentra en el suelo, por lo que es más probable que la suciedad cause tétanos que el óxido. Las personas no pueden contraer el tétanos al comer óxido. Debido a que el óxido es hierro oxidado y el hierro es uno de los minerales que su cuerpo necesita, su cuerpo no tendrá ningún problema para comer óxido.

Peligros para platos y lavavajillas

Un diente de metal expuesto no amortiguará los platos como debería hacerlo un diente de lavavajillas recubierto. El metal afilado puede rayar las placas y los vasos e incluso hacer que se rompa un plato si el chorro de agua lo empuja con la fuerza suficiente. A medida que el óxido se desprende, se dispersa a través del agua y recubre los platos en una capa delgada y antiestética de película. Los platos recubiertos de óxido pueden sentirse arenosos y con rayas. El mineral también puede acumularse en el elemento calefactor, reduciendo la eficiencia. El óxido, junto con otros minerales duros como el calcio y la cal, también puede acumularse en las paredes internas.

Peligros para la salud

Además de la posibilidad de arruinar sus platos, una punta de metal expuesta en el lavavajillas puede lesionarle a usted o a un miembro de su familia. Una punta de metal oxidada para lavavajillas podría rayar o perforar la piel, causando dolor y una posible infección. Si la herida es lo suficientemente grave, puede requerir puntos de sutura. Existe una pequeña posibilidad de contraer tétanos con cualquier herida punzante, implemento oxidado o no, por lo que debe buscar atención médica por si acaso.

Soluciones

Frote la punta oxidada con lana de acero para eliminar cualquier escama de óxido suelta. Cubra la punta oxidada con una tapa de goma, que sellará el metal expuesto del agua y cubrirá los extremos dentados. Otra opción es comprar un sellador líquido que pinte sobre el metal expuesto. El sellador se seca como una capa de goma resistente al agua que evita que se desarrolle óxido y encierra el metal en una carcasa suave que no dañará los platos.

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